Sandra era una niña muy deseada y ella es el ejemplo vivo de que en esta vida casi todo es posible.
Sus papás y sus amigos sabemos por qué, así que, qué menos que currarse una cesta para darla la bienvenida.
Claro que si no la hacía con flores, reventaba, jajaja, como a lo anuncio de productos de cosmética
"mi pelo es mi seña".
Conté con la ayuda de Ana, toda una experta en el sector de las tartas y los caramelos de pañales, y de Carol, muy experta con las vías y las sondas intravenosas, además de una artista muy fina en la decoración de hilo de alambre con maderitas. ;-)
En mi caso, focalicé mis esfuerzos en la decoración floral, adornitos con rafia, lazadas, rafias y complementos vario, así como en el peloteo máximo de bolas de fieltro artesanas.
No me enrollo más, os dejo unas foticos.
Si sois un grupito de amig@s y queréis hacer un regalo apañado o te quieres estirar con alguien muy cercano, quedarás muy bien con una cesta para bebés. Solo tenéis que decirme qué detallitos pueden necesitar los padres o qué gustos suelen tener.
Son bonitas, prácticas y personalizables a los gustos de los papás.
Hasta la próxima entrada.
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