Pero ¿cómo?
¿Ese imponente maromo te ha dejado? ¿Aquel Príncipe Azul tan mono destiñó? ¿Te quería como se le quiere a un gato de escayola o un elemento decorativo?
Pero si él tiene una tara mental insalvable, está hueco por dentro o a ti a veces se te vaya un poco la pinza, aunque ahora te suene duro e imposible, acéptalo.
Cambia de aires. Vuela.
Ya encontrarás quién te quiera, te haga reír de verdad y te comprenda, será sencillo si decides empezar por tí mism@.
Mientras tanto, puedes darte un capricho, tener detalles contigo mism@, regalarte un ramo de San Faustino. O si la que está leyendo eres tú que tienes esa amiga que se acaba de separar o divorciar y piensas que es lo mejor que podría haber hecho, mándale un ramito de San Faustino a tu amiga para que sepa que sigues ahí y que tiene todo tu apoyo.
O simplemente, porque sea hoy 14 o 15 de febrero o porque te dé la gana.
El ramo de San Faustino debe llevar dos colores: el verde, el color de la esperanza, y el morado, el color de poder cambiar el destino.
O simplemente, porque sea hoy 14 o 15 de febrero o porque te dé la gana.
El ramo de San Faustino debe llevar dos colores: el verde, el color de la esperanza, y el morado, el color de poder cambiar el destino.
Y como San Valentín, San Faustino debería ser todos los días, ser detallista con tu pareja o contigo mismo debería ser a menudo y no en fechas señaladas. :-)
¡Hasta la próxima entrada!
¡Hasta la próxima entrada!
P.D. este ramo está inspirado en la canción "Ya no" de Manuel Carrasco.
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